La ciudad más antigua de Venezuela.
Por: Dra Grecia Salazar Bravo.
Cristóbal Colón llegó a las costas de la hoy Venezuela en 1498,
y ante el esplendor de las perlas usadas por los nativos se interesó en conseguirlas rápidamente, comenzaba así un idilio de unos treinta años entre los españoles y la isla de Cubagua.
Una de las primeras descripciones de la isla, es del poeta Juan de
Castellanos, quien la vio con sus propios ojos y hace mención de lo estéril que era la isla, pero de la gran cantidad de perlas que se hallaban en sus mares; gracias a sus escritos conocemos mucho de la vida cotidiana en la Cubagua del siglo XVI.
En 1508 se trasladaron a la isla
como esclavos, a los habitantes de las Bahamas, los lucayos, para usarlos como buscadores de perlas, pues eran muy buenos buceando; pero con la vida que llevaban muchos fallecieron prontamente, el padre Bartolomé de Las Casas describió la forma en que se trabajaba buscando las ostras perlas y menciona la corrupción que se implanta desde la llegada de los españoles a tierras americanas, pero además la pérdida de vidas aborígenes de manera inmediata, debido a la jornada extremadamente dura, en la que fallecían de manera cruel y rápida.
Inicialmente se pescaba en una pequeña canoa, que llevaba entre 6 y 8 personas,
en 1524 se trajeron unas con capacidad para 15 individuos; a mediados del siglo XVI eran utilizadas canoas que llevaban 24 personas. Luego de recogidas las conchas eran colocadas en la arena, y allí se abrían a consecuencia del calor del sol, posteriormente se sacaba la perla de su concha con cuchillos; la carne era usada para la comida de los buzos e incluso en algunos casos se dejaba podrir al sol; de esta forma se recuperaban perlas escondidas entre los restos de carne.
Para regular la vida en Cubagua se hicieron unas ordenanzas, que establecieron:
si alguien se robaba una perla corría el peligro de ser azotado y si volvía a hacerlo le cortaban las orejas y lo echaban al abandono; los buzos que fallecían eran lanzados al mar, lo que atraía a los tiburones; por lo que en las ordenanzas de 1537 se prohibió dicha costumbre y se dispuso que se enterraran en un lugar específico para ello.
En la Recopilación de las leyes de los Reinos de Indias hay 48 leyes, que tratan de la pesquería y envío de perlas; una menciona que los aborígenes no podían ser obligados a trabajar en las pesquerías de perlas, en realidad los miembros de la etnia Guaiquerí, eran considerados por instrucciones de la reina Isabel vasallos libres de su majestad y por eso no podían legalmente ser esclavizados, aunque ilegalmente se hiciera en algunos casos.
La ciudad fue descrita por Juan de Castellanos como una urbe llena de gente comerciando y construyendo edificaciones sin miedo al futuro, con la seguridad que tenían los conquistadores españoles en el asentamiento que estaban haciendo en la isla y que ellos llamaron Nueva Ciudad de Cádiz y en la que construyeron casas suntuosas.
Pero la vida en la semidesértica Cubagua no era fácil, ya que la escasez de agua y alimento debía solucionarse trayendo los enseres desde Cumaná, Margarita, La Española y Europa y quienes se encargaban de traerlos se enriquecieron fácilmente. Los reyes a la hora de organizar el gobierno decidieron darle a los cubagüenses un voto de confianza y les pidieron que eligieran un alcalde ordinario cada año. De esta forma los cubagüenses se organizaron entre ellos y empezaron a controlar todo el negocio perlífero, queriendo incluso expandirse más allá de la isla para poder adquirir mayor poder económico. En Cubagua y su pequeña ciudad Nueva Cádiz hay mucha historia, desde allí se inició la conquista y colonización del territorio de tierra firme de Venezuela.
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